"Me voy a quedar sentado", dijo el señor Brown.
Era una de esas tardes que pasan lento a medida se incrementa el anhelo de que la noche llegue. Sostenía una plática con el señor Brown sobre todas las cosas que pasan, y las que no, cada minuto de nuestra vida. El por qué de las cosas no se puede detallar. Sin embrago, lo nieguen o no, pensamos, justamente, en cada uno de esos "detalles" cada vez que podemos. O, al menos, durante el tiempo que tarde el sentido común en aparecer y alguno de nuestros álter egos en reaccionar. En fin.
Sostenía una plática, decía, cuando se me ocurrió (creo que fue a mí) que la vida siempre da muchas vueltas. Que, algunas veces, basta con que una persona espere sentada a que llegue el momento oportuno para ponerse de pie. Sin embargo, y he aquí el "detalle" del asunto, se debe tener astucia para poder identificarlo y no dejarlo pasar.
Recordaba uno de los mensajes, los de las 11, en el que se plasmaba de manera casi perfecta una de mis sensaciones favoritas. Esa sensación que te eleva, te fortalece y, sin más, te hace caer y delatarte endeble. Sí. Esa sensación que genera un "casi".
Traté de ignorar mi situación y concentrarme en la de mi buen amigo. De qué sirve un casi, pensé preguntarle, si, a la vez, reparás en que todo está perdido.
No pregunté. Imaginé que, como yo, él no tendría la respuesta.
- Seguro la tiene, dijo aquel que disfruta de interrumpir los pensamientos.
2 comentarios:
"es mejor esperar sentado"... así uno no se cansa... pero si se desespera pudo haber pensado el sr Brown... Sabes muy bien q el no se puede quedar sentado x necio... ese "casi" fue una puerta.. no se si abierta o a cerrar pero solo esos caminos quedan... V no se q haria el sr Brown sin vos en su vida =D...
Esta super chivo tu blog, interesantes cuentos! bueno quién sabe que sean cuentos pueden ser pasajes de la vida real! me metere más seguido a revisar lo que piensa el sr. Brown.
Publicar un comentario