martes, 13 de septiembre de 2011

¿Cuánto vale el amor?

- ¿Y vos, qué harías por amor?, preguntó.

***

Cuando pensamos en amor, inmediatamente vienen a nuestra mente las siguientes palabras: entrega, sacrificio, confianza, comprensión, perdón, entre otras. Sin embargo, también existen otras palabras relacionadas: decepción, rencor, mentira, engaño, soberbia...

Para mí, en cualquiera de los dos grupos de palabras, hacen falta dos: orgullo y dignidad. Dos palabras que también son sinónimo de amor. De amor a uno mismo.

Cuando uno ama, debe hacerlo con cuerpo y espíritu, con una entrega total. Pero, ¿qué pasa cuando el amor por nosotros mismos está en juego? ¿Qué pasa cuando olvidamos que valemos mucho, como para dejar de lado a la dignidad? ¿Qué pasa cuando, por amor, aceptamos condiciones que, en honor a la razón y al sentido común, no aceptaríamos en ninguna circunstancia?

"Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, la culpa es mía", dice una frase popular. Es así. Cuando dejamos de lado la dignidad, el orgullo y la razón, podemos perder también el derecho a al menos dos de esos conceptos: a ser dignos y a tener orgullo.

Entonces, ¿cuánto vale el amor?

¿Vale tanto como para cambiar el rostro de enamorad@ por el rostro de un (a) imbécil? ¿Vale lo suficiente como para soportar una y otra vez la misma historia, aún sabiendo que se seguirá repitiendo de manera indefinida? ¿Vale tanto como para jugarse todo, aunque al final perdamos un juego que ya veíamos perdido, pero no queríamos aceptar? ¿Vale tanto como para saberse idiota día tras día?

El amor es una cosa maravillosa. El amor de pareja es algo sin igual. Pero, en definitiva, ese amor no vale más que cada persona. Porque, si de cada persona nace tanto amor, sin duda el amor a uno mismo es mucho más valioso que cualquier otro amor hacia otro ser humano.

¿Por qué cuesta tanto dignificar el amor a nosotros mismos? ¡¿Por qué carajo cuesta tomar una decisión digna de ser aplaudida, en lugar de terminar por agacharnos la cabeza?! ¿Por qué amar tiene que conllevar a una decisión indigna, mal disfrazada de "sacrificio"? ¿Por qué nos complicamos la vida para tomar caminos obviamente correctos?

¿Cuánto vale el amor? ¡¿Cuánto?!

P.D.: cambio corazones por cerebros y retratos por espejos. Información aquí.